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Niall Ferguson: “La Segunda Guerra Fría está recién empezando”
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El historiador británico pasa sus mañanas y tardes en el computador, especialmente en Zoom. Reuniones, clases y entrevistas por su libro Desastre (Debate, 2021) lo ocupan todos los días. Para esta conversación se conecta desde su casa en California, vestido con un chaleco sin mangas. A su espalda se ve colgada una bandera de los Estados Unidos.
Desde ahí, o desde su hogar en Montana, escribió el título que propone una revisión histórica de las distintas tragedias -tanto políticas, económicas, naturales y sanitarias- que han sacudido a la humanidad.
La idea se le ocurrió a principios de 2020, cuando leyó por primera vez sobre una neumonía en Wuhan. “Desde el 3 de enero de ese año, mi atención fue capturada. Justo ese mes viajé por Hong Kong, Singapur y Taipéi. Y mientras me desplazaba, más escuchaba sobre este extraño virus. Entonces, cuando el Covid-19 llegó a las noticias, yo ya sabía que había un problema”, rememora.
Agrega: “Cuando me tocó ir a Davos ya estaba bastante convencido de que ese virus se iba a convertir en una pandemia. Sabía lo suficiente para proyectar que iba a ser algo extremadamente grande”.
En Desastre, Ferguson plantea una paradoja: a pesar de que la sociedad actual es la que más conocimiento ha acumulado, no ha podido manejar sus tragedias de mejor forma.
“Me di cuenta que un desastre natural o político podía llevar a una crisis financiera. Entonces necesitaba un marco para unir todos estos conceptos. Y no existía. Quería juntar todos los tipos de desastres y proponer una teoría. Después de todo, la historia, como disciplina, es un desastre después de otro. Esa fue mi motivación”, indica.
“El Covid-19 tendrá distintas consecuencias: el colapso del Líbano, la derrota de Donald Trump… Boris Johnson podría haber tenido todas las fiestas que él hubiera querido”, señala.
Ferguson desmenuza los principales desafíos de la actualidad, pasando por la democracia en Estados Unidos, la Segunda Guerra Fría, el conflicto ruso-ucraniano, el calentamiento global y, por supuesto, la pandemia. Además, opina sobre el próximo gobierno de Gabriel Boric. “Soy optimista”, confiesa.
“La democracia en EEUU es un desastre en potencia”
Ferguson hace clases en Stanford y escribe una columna de opinión en Bloomberg. Una de sus últimas piezas fue sobre Estados Unidos, donde rememoró el asalto al Capitolio en enero de 2021. “A la democracia global le está yendo bien, pero la de EEUU está en problemas”, expuso.
El historiador británico dice que “sería desastroso si la democracia en Estados Unidos dejara de funcionar, porque -casi definitivamente- llevaría a un conflicto mayor. Es un desastre en potencia”. Y agrega: “El problema no es que Trump trató de robar las elecciones y que muchos republicanos lo apoyaron, sino que ambos partidos tienen elementos que cuestionan la legitimidad del sistema político en sí mismo”.
“Los demócratas quieren cambiar el sistema a su favor y los republicanos también. Pero por alguna razón, los republicanos quedaron como los enemigos de la democracia. Ambos lados proponen cosas sin sentido que implican un cambio del sistema”.
Explica que si bien la política de Estados Unidos durante el siglo XX fue estable, eso cambió con la llegada de los 2000, cuando la elección de Bush y Al Gore terminó en el Colegio Electoral. “En el siglo XIX era muy normal que los políticos norteamericanos pelearan de forma sucia, lo que llevó a una Guerra Civil. Entonces deberíamos reconocer que el sistema político depende de que ambos partidos acepten las reglas y que no las cambien. Si eso pasa volveremos al siglo XIX, y eso es peligroso”.
“Ucrania está cerca de una guerra”
“Si una guerra se desata en Ucrania, que es muy probable, podré decir: ‘¿vieron? Les dije que después de las pandemias vienen las guerras’”. Eso es lo primero que dice Niall Ferguson sobre la situación actual.
“Putin está vinculado en un plan elaborado y tiene asegurada una victoria diplomática. Creo que hay un 60% de probabilidades de que se desate una guerra. Veo a Rusia con una ventaja militar masiva, y es la misma que usó antes en Georgia, Siria, y Ucrania en 2014. ¿Por qué dejaría de usarla ahora? ¿Solo porque tiene amenazas de sanciones?”, se pregunta.
Eso sí, afirma que si se desata un conflicto bélico, será muy distinto a las recientes guerras en Irak o Afganistán. “Los rusos no se quedarán ahí. Entrarán, humillarán a las fuerzas armadas ucranianas, generarán daños a sus activos militares y luego se irán. Un número importante de ucranianos y unos pocos rusos morirán. Pero se siente como un escenario inminente”.
¿Qué pasa si esto no ocurre? Ferguson asegura que habrá otra guerra, pero en otra parte del mundo. “Habrá una en Taiwán, quizás el próximo año”.
“La Segunda Guerra Fría está recién empezando”
En 2018 Niall Ferguson planteó una idea que -en su minuto- no fue compartida por sus colegas historiadores. Pero ahora, dice, la gran mayoría la suscribe.
Se trata de la Segunda Guerra Fría, un conflicto ideológico entre Estados Unidos y China, que se potenció con las tensiones comerciales y tarifarias entre Donald Trump y Xi Jinping. “La Segunda Guerra Fría está recién empezando y la pandemia la reveló de forma más clara”, dice.
Y agrega: “No va a terminar pronto. La primera duró 40 años, entonces quizás esta termine mucho después de mi muerte. Puede ir más rápido, porque ambos lados pueden decidir no incurrir en los mismos errores que cometieron sus predecesores, arriesgando guerras nucleares. O, porque China es más fuerte que la Unión Soviética, puede durar más. Nadie sabe”.
“La pregunta es si el cambio climático es la principal amenaza a la humanidad”
Ferguson aclara, una y otra vez, que no es un negacionista climático. “Estoy de acuerdo con el marco básico del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)”.
El problema, confiesa, es que Europa y Estados Unidos pueden reducir sus emisiones, pero si China e India no lo hacen, el planeta se seguirá calentando. “Actualmente no tenemos ningún poder de presión para que ellos reduzcan el uso de combustibles fósiles”.
“Una guerra nuclear podría matar a millones en un solo día. No tenemos un sentido de proporción”, subraya.
El académico de Stanford va más allá: “La pregunta es si el cambio climático es la principal amenaza para la humanidad. Se supone que sí, pero eso parece absurdo en dos sentidos. Primero, porque es un proceso lento, y segundo, porque existen muchas cosas que pueden destruir al planeta más rápido”. Puntualiza: “Una guerra nuclear podría matar a millones en un solo día. No tenemos un sentido de proporción”.
“Gabriel Boric no cometerá los mismos errores de Allende”
Conoce bien Chile. De hecho, dice que el próximo año tratará de viajar a Santiago para “reunirse con sus amigos”.
“Si uno sigue su historia política desde 1970, es de extremos. La pregunta es si volverán a los tiempos de Allende y si eso llevará a un nuevo periodo de inestabilidad. Yo creo que no, porque el nuevo presidente no cometerá los mismos errores. Estoy relativamente optimista de que Chile seguirá estable”.
Su única preocupación, indica, es el proceso constituyente, el cual “podría fácilmente descarrilarse”. “Chile no necesita una nueva Constitución. La carta magna, si bien tiene un origen dictatorial, ha funcionado bien”, agrega.